Para contestar a esta pregunta, no podemos decir solamente si o no, porque esta pregunta… o mejor dicho su respuesta, es algo muy, muy importante. No es como contestar una pregunta del tipo “¿te apetece salir este fin de semana?” Porque todo lo que hoy queramos hacer o no puede cambiar de opinión mañana, pero una vez que se muere no podemos volver a cambiar de decisión.
Decir que existe vida o no después de la muerte porque así me parezca a mi o porque me lo haya dicho un amigo o no se quien, no es una forma correcta de responder; porque de esa respuesta dependerá tu percepción de tener una existencia eterna o, por decirlo de algún modo, de tu inexistencia.
En esta vida estamos durante un tiempo determinado. Unos viven cincuenta años, otros setenta años, otros mas y otros menos, conforme a unas o otras teorías puede existir una vida mucho mas larga de cómo cientos de años. Ahora bien, si damos solo un 25% de credibilidad a la posibilidad de que haya vida después de la muerte, nuestra preocupación por la muerte sería mucho mas intensa. Imagina que en urgencias del hospital hay un paciente que tiene una posibilidad de vivir del 10%, ¿Acaso los médicos no pondrán todo su esfuerzo para encontrar el tratamiento necesario para salvarle la vida al paciente? Del mismo modo voy a intentar contestar lo mas claro posible, para que cada persona que lea este articulo tenga mas claro la respuesta a esta pregunta, que es una de las preguntas más importantes que nos podemos hacer en la vida: “¿Existe vida después de la muerte?”.
¿Qué significa una respuesta negativa a esta pregunta?
1. En torno al 80% de la gente que hay en la tierra cree que existe de un modo u otro vida después de la muerte. Unos creen en la reencarnación, otros en un paraíso y un infierno, otros en una vida eterna sobre esta tierra, otros como los mormones creen en una vida eterna en otra galaxia… y las creencias pueden seguir y seguir. Negar que exista vida después de la muerte significa negar algo en lo que cree una infinidad de personas.
2. Los que creen que no hay vida después de la muerte sostienen sus teorías en que no hay pruebas de que existe algo después de la muerte. Sin embargo, la falta de pruebas no significa que no exista aquello que no se puede demostrar. Antes de poder demostrar que las ondas magnéticas existían, esas ondas ya estaban ahí pero el hombre no había tenido medios para poder demostrar que existían. Muchos antes no creían que la tierra fuese una esfera porque no se podía demostrar, sin embargo hoy día es algo probado y todo el mundo cree que es así. La realidad no cambia en función de las pruebas que tengamos, ya que el tiempo nos ofrecerá la posibilidad de obtener nuevas evidencias que nos permitan conocer la verdad.
3. Todos los que creen que existe vida después de la muerte cuentan con unos documentos o con testimonios de personas, más o menos auténticas, que justifican sus creencias. Los cristianos tenemos La Biblia, que tiene el récord de ser el libro mas leído del mundo, el más estudiado, el más traducido, el más antiguo, el más probado con otras fuentes de arqueología, el libro que ha cambiado en positivo la vida de miles de personas, el único libro que se llama “La Palabra de Dios”… La Biblia nos presenta el pasado de la humanidad, el presente y el futuro. Si no existe vida después de la muerte, todos estos documentos, inclusivamente la Biblia; son una falsedad.
4. Para que exista vida después de la muerte tiene que haber un mundo espiritual, que nosotros en este cuerpo no podemos ver, ni tocar, ni oír… Negando la existencia de la vida después de la muerte negamos la existencia de ese mundo espiritual. Entonces negamos la existencia de Dios, de Jesucristo, ángeles, demonios…
5. Si no existe vida después de la muerte entonces todo se acaba en el cementerio. No importa la forma en la que vivamos, si hacemos cosas malas o buenas, o si hemos sido una mala persona o una buena. ¿Te parece normal que una persona como por ejemplo Hitler, o cualquier dictador que haya matado a muchas personas, no reciba un juicio? O no solo que haya matado ¿Te imaginas que un gobernante que haya quitado todos los derecho a un pueblo o una nación, robando y extorsionando, no reciba un juicio? ¿No tenga una condena por lo que ha hecho en su vida terrenal?
6. ¿Cómo sería el mundo si todas las personas que viven sobre la tierra no creyesen que existe un Dios justo que va condenar a los malhechores y a ofrecer un paraíso a los que le obedezcan y se esfuercen en vivir conforme a su voluntad? En el caso de que únicamente existiese esta vida, entonces la existencia del hombre sería un fracaso de la naturaleza. No tiene sentido vivir sesenta, ochenta años con sufrimiento, dolor y angustia para finalizar nuestra existencia en una residencia o en un hospital, llenos de enfermedades y débiles de salud, sin poder disfrutar de la vida. ¿Y todo esto es para qué? ¿Para mantener la especia humana?
Voy a poner un ejemplo para aclarar estos puntos: Un día un vegetariano visitó a un amigo suyo, un científico creyente. Durante una de las conversaciones, el vegetariano le explicaba a su amigo que el no mataba a ningún animal para comer, porque todos los animales: aves, insectos… Tienen derecho a vivir. El científico mientras le escuchaba, tomó una gota de agua y la posó bajo el microscopio. Al acabar invitó al vegetariano a mirar, y le dijo: ¿puedes ver cuantas bacterias existen en el agua que acabas de beber? El vegetariano cogió el microscopio y, airado, lo tiró de golpe al suelo destrozándolo.
A día de hoy, la ciencia todavía no tiene un aparato con el que podamos ver el mundo espiritual, pero existen miles de pruebas que nos muestra de forma visible la existencia de ese mundo espiritual. No debemos desechar la historia que nos habla tan contundentemente acerca de cómo Dios obró con el pueblo de Israel. La historia nos habla de Jesucristo, de su vida, de sus milagros, de las resurrecciones que hizo, de su doctrina, de su muerte y de su propia resurrección.
En el anterior artículo pudimos ver que es el hombre es cuerpo, alma y espíritu. No sólo es materia, no es solo lo que se ve. No se puede comparar el cuerpo de una edad de 2 años con otro que tiene 40 años, pero la parte espiritual es la misma de cuando teníamos 2 o 5 años. Esta es la identidad, lo que guarda todos los recuerdos y nos da la sensación de personalidad.
Muchos entienden que la muerte significa inexistencia, y esto no es correcto porque vivir no sólo significa existir. Tiene un significado mayor. Hay cosas que existen pero no viven, como por ejemplo: piedras, coches, metales…
El diccionario nos dice que la muerte es el fin de la vida, lo opuesto al nacimiento. El evento de la muerte es la culminación de la vida de un organismo vivo. Sinónimos de muerto son occiso (muerto violentamente), difunto y fallecido. Se suele decir que una de las características clave de la muerte es que es definitiva, y en efecto, los científicos no han sido capaces hasta ahora de presenciar la recomposición del proceso homeostático desde un punto termodinámicamente recuperable.
Comprobando que la definición según el diccionario, consiste en que la muerte es el fin de la vida y lo opuesto al nacimiento, entonces… ¿la vida comienza sólo con el nacimiento o surge con nueve meses antes? En el vientre de la madre el feto vive pero tiene otra forma de vida. De este punto, podemos partir para comparar la vida terrenal de cada persona con la vida eterna que sigue a esta vida. Las personas estamos aquí en la tierra para una preparación de reconciliación y formación para la vida eterna, como el feto en el útero materno, que se prepara para la vida terrenal.
Hemos oído de este termino “tridimensional” y si nos detenemos un poco en lo que implica esta palabra, podemos encontrar algo más profundo, por ejemplo La Trinidad que está compuesta por Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo; en cuanto a estado del tiempo podemos ver pasado, presente y futuro; la composición del hombre, que está formado por cuerpo, alma y espíritu… Y así los ejemplos podrían seguir y seguir. Del mismo modo podemos hablar de la vida del hombre: primero en el vientre de su madre preparándose su propio cuerpo, segundo en el propio cuerpo terrenal preparando el alma y el carácter, y tercero en el cuerpo eterno cumpliendo su propósito o pagando su rebeldía.
En la Biblia podemos encontrar otra definición para la muerte: La muerte también significa una separación temporal o permanente. En la parábola del hijo prodigo vemos como el padre define la situación que vivió su hijo: “Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado”. (Luc 15:23 -24). Esta afirmación no se refiere a una resurrección física, sino al hecho en el que una persona se fue de casa de sus padres y vivió lejos sin comunicarse con sus familiares. Nadie sabía nada de él hasta que en un día apareció de nuevo en su antigua casa. Muchas personas han sido dadas por muertas después de una guerra porque no se sabia de ellos nada, pero ellos en realidad vivieron como prisioneros lejos de los conocidos sin poder comunicar con ellos.
La Biblia nos presenta que todo el mundo esta muerto en el pecado, y la primera definición de muerte que podemos encontrar en la Biblia, es la que da el propio Dios, al advertir la separación que traería consigo el pecado. Por causa del pecado, la humanidad fue destituida de la gloria de Dios, tal y como podemos ver en Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte” y en Romanos 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. La rebeldía del hombre provocó esta ruptura en la comunicación que había entre Dios y la humanidad.
Explicamos un poco la historia de este evento para recordarnos cómo paso todo este desastre humano sin olvidar que la muerte es una separación temporal de Dios, porque el propio Dios ha preparado la posibilidad de reconciliación.
Podemos leer en Génesis 2:16-17 como Dios advierte a Adán y Eva: “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”. Después de que hubiesen desobedecido vemos como Adán siguió con su vida “y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió.” (Génesis 5:4-5).
Estos pasajes nos revelan dos tipos distintos de muerte. El primero nos muestra que Adán tenia una forma de vida diferente ante de comer del fruto prohibido en comparación con el modo de vivir después de cometer el pecado. Después de comer del fruto, Adán vivió otros novecientos treinta años pero la vida fue diferente, se terminaron las conversaciones con Dios, fue apartado del Edén y empezó ver como lo que le rodeaba era el fruto de su fracaso, un hijo mata a su hermano, la maldad crece en sus hijos, nietos, bisnietos… hay enfermedades, homicidios… Tal y como encontramos en Génesis 6:5 “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal”.
El segundo tipo de muerte es física, es la que separa el cuerpo del alma, la que podemos ver en nuestro alrededor. Sin embargo la Biblia compara a la muerte física con un sueño tal y como podemos ver en Juan 11:11-14 donde Jesús dice a los discípulos “nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle”. Sus discípulos no entendían la necesidad que había en que Jesús fuese a verle, y les tuvo que aclarar Lázaro no estaba dormido, sino que había muerto.
Los que preguntan si hay vida después de la muerte, se refieren a si hay vida después de la muerte física, esa que Jesucristo comparó con estar dormido. En base a esta definición entendemos que tal como se duerme, también se puede despertar. Negando esta definición excluimos la resurrección, y en ese caso la historia de Lázaro que dice que resucitó después de cuatro días sería una mentira. Al igual que la resurrección de Jesucristo, y si Él no resucitó, todo el cristianismo es un engaño, tal y como el apóstol Pablo dice en 1ª Corintios 15:12-22 “Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”.
Este texto nos aclara aun más la definición de la palabra muerte. Lo que nosotros llamamos muerte, la Biblia en muchas citas se refiere a ella como sueño: Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron, porque la definición correcta es la definición que da Dios.
En el próximo artículo hablaremos de lo que es la muerte. De cuál es su significado según lo que la Palabra de Dios nos revela.