Sabías que… A pesar de que los científicos evolucionistas nos enseñan que los dinosaurios fueron una especie animal que desapareció de la faz de la tierra hace ¡¡Cuarenta millones de años!!, la Biblia nos muestra como estos existían en los tiempos de Job.
En Job 40:15, Dios dice a Job que se fije en uno de los animales que Él creó, por lo tanto el animal tenía que existir, y Job podía verlo. Dios va a impresionar a Job con su grandeza y le habla del animal más grande y poderoso de cuantos ha creado. El animal se llama Behemot y en los versículos siguientes describe sus características:
* Come hierba (vers. 15) Es una animal vegetariano.
* Tiene su fuerza en sus lomos (vers. 16), (por lo tanto tiene muy fuertes patas que lo sostienen)
* Tiene su fortaleza en los músculos de su vientre (vers. 16) (Ese es un punto débil de los elefantes)
* Su cola se mueve como un cedro (vers. 17) (Gran cola como es grande el árbol, largo y grueso)
* Sus huesos son fuertes como bronce (vers. 18)
* Sus miembros como barras de hierro (vers. 18)
* El es la cabeza de los caminos de Dios (vers. 19)
* No se alarma aunque el Jordán se lance contra su boca (vers. 20). (Su envergadura no lo movería ni una crecida del río Jordan)
Los comentaristas antiguos estimaban con sus conocimientos que Dios debía referirse a un hipopótamo ó a un elefante, pero ninguno de estos animales tiene una cola grande, sino por el contrario poseen una cola muy pequeña en relación con su envergadura. Ellos no conocían a los dinosaurios cuyos restos fueron hallados en el siglo XX y que están en muchos museos de ciencias naturales.
Este animal podemos identificarlo hoy como el más gigantesco de los dinosaurios, un brontosaurio ó apatosaurio. Un gigantesco animal herbívoro del que existen restos fósiles, que tenía una longitud de unos 25 metros, una altura de 4 metros y un peso de más de 40 toneladas. Una gran cola, fuertes patas. No es de extrañar que aun una avenida de grandes aguas de un río no pudiera moverle.
Así pues, la Biblia registra la existencia de estos grandes seres vivientes y otros «dragones» como muy próximos a nuestros tiempos.