En El Libro Guiness podemos encontrar récords de todo tipo, algunos realmente curiosos. Hay quién acumula varios de ellos, creo que el que más tiene supera los 600 récords batidos, obteniendo así el récord de los récords. Pero no a todo el mundo le gusta aparecer en este libro. Es el caso de un norteamericano al que se conoce como “el rey de las demandas”. Es fácil reconocerle porque lleva una camiseta que dice “cuidado con lo que me dices, que te denuncio”. Y va en serio, de hecho apareció en El Libro Guiness de los Records como la persona que “más demandas había presentado en la historia de la humanidad” y ¿sabéis lo que hizo? Pues, como era de esperar, demandarles por dañar su imagen. Sin duda, ser vecino de este hombre tiene que ser angustioso. Y voy a dejar de hablar de él no vaya a ser que me denuncie…
Los cristianos, en el terreno espiritual, también tenemos a nuestro particular “rey de las demandas”. Apocalipsis 12:10 se refiere a Satanás como “el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”. Nuestro adversario y enemigo se dedica día y noche a acusarnos delante de Dios. Resulta preocupante que alguien con su currículum está siempre al acecho dispuesto a acusarnos, ya sea con razón o sin razón.
El abogado que nos brinda la victoria
Pero en la Biblia encontramos esperanza al descubrir otra realidad. El cristiano obtiene la victoria sobre su acusador por la sangre de Cristo (Apocalipsis 12:11). Los cristianos contamos con la ayuda de nuestro Señor Jesucristo, aquel que vino para “deshacer las obras de diablo” (1ª Juan 3:8) y que dejó a Satanás sin argumentos al anular “el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz” (Colosenses 2:13-15). Justificados por la sangre de Cristo, ¿quién nos va a acusar ahora? (Romanos 8:33), es cierto que le damos argumentos a Satanás cuando pecamos, pero aún en esos casos, Jesucristo actúa como nuestro abogado defensor cuando nos arrepentimos (1ª Juan 2:1).
En su faceta de acusador Satanás quiere manipularnos para que vivamos esclavos de la culpa. Se dedica a ello día y noche, sin descanso. Pero el temor a nuestro acusador queda desecho ante el amor de nuestro Salvador y Abogado Defensor, que da la cara constantemente por nosotros y que se dedica día y noche, también sin descanso, a interceder por nosotros (Hebreos 7:25).
Qué alivio y seguridad nos da poder afrontar cada día sabiendo que tenemos “asistencia jurídica espiritual gratuita”, disponible las 24 horas del día y con recursos infinitos para defendernos. Por lo tanto, ¡no dejes que el acusador te estropee el día!