Amén, el papel de la Iglesia Católica ante la Alemania Nazi

Cartel de la película Amén dirigida por Costa-Gravas en el año 2002
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«Amén», es una película dirigida por director de origen griego Costa-Gravas que se estreno en el año 2002, y que tuvo una acogida un tanto polémica por criticar la actitud de indiferencia del Vaticano y más en concreto del Papa Pío XII ante el exterminio judío. Como por el cartel promocional de la película, en la que muchos judíos entendían como ofensivo la insinuación en la imagen de la esvástica nazi.

     Sinopsis: Esta película habla del choque de dos sistemas, por una parte la maquinaria nazi, y por otro lado la diplomacia del Vaticano, de los Aliados y de dos hombres que luchan desde a dentro por denunciar los acontecimientos. Uno de estos dos personajes son Kurt Gerstein, un químico perteneciente a las SS, circunstancia que le permite conocer los hechos a la perfección pero que le impide acceder al Vaticano y al bando Aliado, para denunciar la masacre jugándose la vida. El otro personaje es Riccardo, un jesuita que se opone a las burocracias internas y que sirve como representación de todas aquellos religiosos que se negaron a mirar a otro lado desobedecieron la orden dada desde la cúpula de sus líderes religiosos.

     Esta película ambientada en la Alemania nazi, se centra en el papel burocrático de la iglesia católica, aunque también dedica pinceladas contra miembros, en particular, de la iglesia evangélica alemana y conductas que por desgracia se pueden encontrar en cualquier iglesia cuando se pierde de vista el enfoque de la vida que la Biblia enseña.

     Kurt Gerstein es mostrado como un cristiano evangélico activo, que cuando se entera de lo que están haciendo con los judíos, busca ayuda en su comunidad cristiana y se encuentra con que la ideología nazi, pesa más que la coherencia cristiana, tanto es así que acaba por deshechar a sus hermanos en la fe, no en un plano espiritual sino que le son inútiles para luchar contra el problema en cuestión, para buscar ayuda en la iglesia católica, en donde se encuentra con «más de lo mismo» pero a una escala mayor, puesto que las dimensiones del Vaticano son mayores y tienen una estructura piramidal.

     En el film, vemos como este hombre se encuentra en una situación de desesperación que le lleva al límite, ante la incomprensión por parte de las personas que dicen compartir la misma fe que él. La inoperancia de estos y la inmovilidad de los otros, hacen que pierda toda esperanza, porque se siente impotente.

     A veces tenemos que pensar que nuestra conducta como cristianos tiene consecuencias que no podemos controlar, y que hay pecados de acción y de omisión, por lo que nuestros actos o la dejación en nuestra responsabilidad cristiana, puede tener consecuencias en primer lugar para nosotros mismos, y en segundo lugar en las personas que nos rodean.

     Son muchas las ocasiones en la que los cristianos, colocan en sus vidas y en sus discursos, los presupuestos de lealtades políticas inmorales, y las sitúan por encima de los propios valores del evangelio y del discurso cristiano. Cuando esto sucede muy poco se puede hacer porque no se puede servir a dos señores, y las personas que así se comportan han decidido servir a la política antes que a Dios.

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