El tema de LA SALVACION es muy amplio. A lo largo de los años se han escrito miles de libros que hablan de este tema, así que en pocas líneas no puedo explicar todo, pero intentaré hacer un resumen o presentar las ideas principales en torno a esta cuestión.
En Tito 2:11-14 podemos encontrar este texto que dice: “11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras”.
¿Qué significa “La Salvación”? Es la obra de restauración espiritual que Dios padre ha concebido, Dios hijo ha realizado, el Espíritu Santo perfecciona y el hombre la acepta o la rechaza.
La palabra de “salvación” viene recogida en la Biblia, tanto en el nuevo testamento como en el antiguo testamento con diferentes interpretaciones, pero el tema de la salvación del hombre llena la Biblia desde el principio hasta al fin.
En el Antiguo Testamento, la palabra salvación no significa el perdón de pecados o la obra de restauración espiritual del hombre, sino que tiene otras interpretaciones y emplea otras palabras que nos hablan de una salvación momentánea o temporal. Como por ejemplo Proverbios 11-14 que dice “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad”, y otras traducciones recogen cómo: ”Donde no hay buen gobierno, el pueblo se hunde; abundancia de consejeros, trae salvación”. Como podemos ver, ésta es una seguridad personal. Puedes aceptar un buen consejo y te salvas de un problema. Podemos entender que Dios nos da un consejo: “elije la vida”.
Y podemos tener una seguridad eterna, ya que Dios salvo de muchas veces al pueblo de Israel de sus enemigos y así Dios nos salva de Satanás. Como dice Salmos 42:5 “¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío”. Dios nos salva de problemas cuando confiamos en El.
En el nuevo testamento la misma palabra significa que Dios quiere la liberación del hombre (esta viene de parte de Dios no de hombre). Las personas pueden aceptarla por fe o rechazar por incredulidad. El hombre puede aceptar arrepintiéndose o rechazar por pecado. La iniciativa es de Dios padre que ha concebido, Dios hijo ha realizado, El Espíritu Santo lo perfecciona y lo cual el hombre lo acepta o lo rechaza. Esta es la responsabilidad de hombre.
En Hebreos 2:2-3 dice “Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda trasgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron”. Estos versículos nos dice que debemos tener temor de Dios porque la salvación es una inversión muy grande de parte de Dios y muchas personas la tratan con indiferencia mirando la salvación como una opción no como una necesidad urgente.
La salvación de Dios es suficiente para toda la gente pero no toda la gente va ser salvada, solo los que aceptan la oferta de Dios.
Hay que tener en cuenta que la salvación no es algo que:
- Pertenezca a una iglesia, es decir, algo que dependa de ser miembro escrito en el registro de la iglesia.
- Se obtiene por participar en las reuniones y actividades de una iglesia.
- Se herede por pertenecer a una familia cristiana.
Todas estas cosas son partes de la vida de un creyente pero la salvación fue realizada por Jesucristo y no se puede obtener a cambio de unos esfuerzos personales o por unas buenas obras.