Conforme al diccionario, “Hombre”, es el ser animal mas evolucionado que tiene raciocinio, que tiene la capaz de pensar y que puede inventar cosas nuevas. Lo más destacable es que los hombres pueden comunicar entre si por medio del “lenguaje”. Sobre cómo apareció EL HOMBRE, la humanidad ha adoptado diversas teorías.
Por un lado están los que dicen que el hombre es el fruto de la evolución tal y como sostuvo Charles Darwin. Otros han ampliado esta teoría con el “Big-Bang” que dicen que provocó la aparición de la vida y después, en un muy largo proceso de evolución, apareció “el Hombre”.
Por otra parte encontramos la segunda explicación en La Creación. Dios ha creado todo lo que podemos ver y aquello que no podemos ver. Entre lo que Dios ha creado se encuentra El Hombre como la “Corona de la creación” no como el ser mas perfecto, porque cada animal o planta son perfectas en el sitio en donde han sido puesto para vivir, sino que El Hombre ha sido creado para señorear sobre toda la creación, tal y como dice Génesis 1:27:28 “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios; y les dijo Dios: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”.
Entonces ¿Qué es aquello que tiene El Hombre más que los animales o qué es el hombre en si?
Según filósofos como Lorenz, el hombre es como un animal que ha evolucionado a partir de otros animales. Sostiene que nuestra conducta está sujeta a las mismas leyes causales de la naturaleza, al igual que toda la conducta animal. Lorenz busca unas explicaciones para mostrar que la conducta agresiva hacia nuestra propia especie tiene como causa los conflictos a un nivel primitivo, es decir, conflictos de supervivencia. Hablando de racionalidad y responsabilidad, él explica que son determinadas por el ámbito en el que vivimos y en función de la agresividad de la sociedad. De esta forma actuamos en defensa propia como resultado de la evolución a partir de la respuesta de defensa comunitaria de nuestros antepasados pre-humanos. En esta situación no se habla de moralidad sino de una seguridad propia en lo cual bien es matar si es necesario para el bienestar propio.
Según Platón, que es una de las principales fuentes de la concepción “dualista” del hombre, según la cual el alma o mente es una entidad no-material que puede existir separada del cuerpo; sostuvo que el alma humana es indestructible, que ha existido eternamente antes del nacimiento y existirá después de la muerte. Estas tesis que fueron expuestas en la REPUBLICA sostienen que el alma, y no el cuerpo, es lo que alcanza el conocimiento de las ideas y también que es la parte a la que concierne la ética. Sostiene que Las “ideas” son el aspecto moral donde el “bien” juega un papel casi igual a Dios siendo la fuente de toda realidad, verdad y bondad.
Para explicar las decisiones que tomamos, Platón dice que hay algo en la mente de la persona que demanda una cosa, por ejemplo, beber, y en un segundo plano, hay algo que se lo prohíbe; el primero es denominado deseo o Apetito que incluye todos los impulsos y el segundo es denominado Razón. Platón intenta definir el tercer elemento que actúa en la mente cuando hay un conflicto mental que produce que la persona se sienta indignada consigo misma por haber hecho unas acciones. Este elemento Platón lo llama ÁNIMO. Lo ideal para el Hombre es un armonioso acuerdo entre los tres elementos de su alma, teniendo el control la Razón.
La Biblia nos enseña que El Hombre tiene parte que se ve y parte que no se ve. La parte que se ve es el cuerpo, la carne y la parte que no se ve es la parte espiritual o como otros dicen, el alma.
Para entender cómo funcionamos, cómo tomamos decisiones, porque actuamos de una u otra forma, es necesario conocernos a nosotros mismos, conocer cual es nuestra composición. Por ejemplo el cuerpo, nuestra carne; está compuesta de órganos que transforman los alimentos en energía necesaria para que nos movamos y trabajemos, órganos que nos ayudan a respirar y a oxigenar la sangre. Un sistema nervioso que transmite toda la información del cuerpo al cerebro y desde el cerebro al cuerpo. Esta es la parte que se ve, pero en esta parte que se ve cuando algo no funciona correctamente aparece algo que no se ve: el dolor, que lo sentimos en el cuerpo.
El dolor es algo que está tan presente, que nadie puede decir que no exista, sin embargo nadie ha visto la forma física que tiene el dolor. El dolor no es lo único que no se ve. La otra parte del dolor es la alegría, el gozo. Son cosas que no se ven. Un medico, analizando una lagrima, decía que la lagrima esta compuesta de agua mas un porcentaje de sal mas un porcentaje de toxinas. No podemos negar lo que el medico nos dice pero creo que cada uno de nosotros puede decir que es incompleto porque sabemos que una lagrima contiene en sí una gran cantidad de dolor o de alegría.
Esto es el cuerpo en el tiempo en que todo esta bien, pero cuando llega al final… ¿qué pasa con el cuerpo? Unos médicos tomando un cadáver hicieron unos análisis para ver cual son los elementos que compone el cuerpo humano y encontraron un gran porcentaje de agua, hiero, calcio… haciendo el cálculo de cuanto vale cada sustancia, sumaron y constataron que un cuerpo humano vale mas o menos unos 5,8 euros. ¿Es este todo lo que vale una persona? ¿O el valor de una persona viene dado por otra parte del Hombre? Como dice Mateo 16:26 “Porque ¿de qué aprovecha al hombre, si granjeare todo el mundo, y perdiere su alma? O ¿qué recompensa dará el hombre por su alma?”
Hemos visto que Platón dijo que el alma tiene tres elementos (Ideas, razón y ánimo), aunque a mi me parece que todavía nos falta mucho de lo que es El Hombre. En principio mirándonos cada uno tiene una personalidad, una identidad o mejor dicho un Ego. Este Ego tiene una voluntad y del mismo modo tiene sentimientos. Estos son los elementos del alma. Y si estos son los tres elementos del alma ¿entonces el resto que es? En 1ª Tesalonicenses 5:23 encontramos “Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo”. En este texto encontramos que El Hombre tiene: espíritu y alma y cuerpo. Tres partes. No solo una, ni tampoco solo dos. Tres.
Espíritu. Podemos leer en Juan 4:24 que: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”.
Dios es espíritu y Él puso en nosotros espíritu para que podamos comunicarnos con Él. Entonces un primer elemento del espíritu es la Conciencia, lo que Platón llamaba Las Ideas, El Bien es lo que Dios puso en nosotros, tal y como podemos ver en Romanos 2:14-15 en donde se dice que los gentiles que no tienen ley, naturalmente hacen lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan ley, ellos son ley á sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio juntamente sus conciencias, y acusándose y también excusándose sus pensamientos unos con otros. La moralidad no es un invento humano o unas circunstancias de la sociedad sino es la ley de Dios escrita en el corazón de nosotros.
El segundo elemento del espíritu es, como había dicho Platón, la Razón, los pensamientos. En el nivel del espíritu tenemos el conocimiento, la moralidad, la ley de Dios y la posibilidad de pensar, de razonar las acciones que queremos hacer.
Llegamos en un punto donde reconocemos que si el Hombre no se pudiera comunicar con otro individuo de su especie la humanidad sería muy diferente. Lorenz decía que unos de los inventos más importantes del hombre es que inventó la forma de comunicar entre individuos. Donde no hay comunicación hay soledad y el individuo no puede subsistir de forma individual. Dependemos unos de otros. Podemos comunicarnos entre nosotros porque pertenecemos a la misma especie. Este elemento llamado Comunicación es el punto más alto del Hombre. En el principio Dios hablaba, se comunicaba con el hombre y el hombre con Dios. Esta comunicación puede ser posible solo al nivel del espíritu.
En conclusión, a la pregunta de “¿Qué es el hombre?” El hombre es cuerpo, alma y espíritu.