En este artículo presentamos a nuestra hermana Irma, o como le gusta a ella que le llamen, «hermana doña Irma». Es la creyente más anciana de la congregación que se reúne en la iglesia evangélica de la calle Río Alberche.
A lo largo de los años, su celo por el Señor ha sido demostrado por las calles de Toledo, en las que ha repartido miles y miles de tratados. Al calor de las campañas evangelísticas y en la desapacible soledad en la que entregó el mensaje de salvación por medio de evangelios, trípticos y folletos.
¿Qué razón impulsa a una anciana de 91 años a salir de su casa para evangelizar? ¿No podría disfrutar el tiempo de su vejez de otra forma más relajada y descansada? En lugar de viajar y conocer mundo, prefiere dedicar su tiempo y sus fuerzas a que sus vecinos toledanos tengan una oportunidad para cambiar sus vidas.
Su mayor anhelo es que su familia, sus hijos y nietos acepten a Cristo y puedan encontrar la paz, el perdón y la salvación que Dios ofrece. Que puedan pasar de las tinieblas a la luz.
Este video es su testimonio, su visión. Es la opinión de quien casi ha visto un siglo de acontecimientos y puede relatar casi la mitad desde una óptica cristiana.