Los Reyes Magos
Pablo Blanco
04 - Enero - 2005

Imagen que representa los magos que llegaron de Oriente siguiendo la Estrella.

     … la celebración de la fiesta de los reyes Magos es una fiesta propia de las tradiciones católico-romanas y que realmente no encuentra ninguna raíz celebradora en la iglesia cristiana primitiva. El evangelio de Mateo, es el único que menciona la visita de unos magos de oriente para traer al Mesías sus dones de oro, incienso y mirra, en el capitulo 2, vers. del 1 al 18.

     La palabra griega magos que emplea el evangelista no tiene la connotación actual de personas que hacen magia, sino la de estudiosos de los fenómenos astrológicos relacionados con cierta significación de tipo religioso. Probablemente fuesen sacerdotes de alguna comunidad religiosa oriental, tal vez dedicados a Zoroastro, que estudiaban a otras formas de adoración religiosa, entre ellas, la de los hebreos.

     Las tradiciones más antiguas otorgaron al número de magos las más diversas cifras, desde 2, hasta 12 (esta cifra fue la que consideraban las iglesias Siria y Armenia) e incluso algunas otras elevaban el número a 60. La referencia profética de Isaías 60:6 indica que el cortejo era muy numeroso en cuanto al número de personas que formaban la comitiva. Siendo así no era de extrañar que ese importante gentío les permitiese acceder a entrevistarse con el mismo rey Herodes, y que este reuniese a sus consejeros.

     La primera referencia a que perteneciesen a una estirpe real fue una afirmación de Tertuliano, realizada a finales del siglo II, (adversus Marción), al relacionarlos con el Salmo 72:10. Pero ninguna otra fuente primitiva los menciona como integrantes de una realeza. Orígenes, en el siglo III fue el que propuso el número de tres a causa de los tres regalos dados al Niño, entendiendo que cada uno de ellos había llevado uno.

     En el siglo VI, en occidente, el número de tres y su estirpe real se encuentran ya asentadas. Y a partir del siglo VIII, se les dan por primera vez los nombres de Bithisarea, Melchior y Gathaspa, occidentalizados en el siglo IX como Gaspar, Melchor y Baltasar, por el historiador Agnello, en su obra "Pontificalis Ecclesiae Ravennatis". En la Edad Media, la iglesia romana los veneraba como a santos, y fueron el motivo de muchas pinturas y bajorrelieves.

     La riqueza de fabulación mitológica de esta tradición está adornada de muchos otros inventos como que el apóstol Tomás los bautizó en la India y los hizo obispos. Que murieron en Saba y que sus restos fueron llevados a Constantinopla y custodiados en un sarcófago. Que más tarde, en el siglo V fueron llevados de Constantinopla hasta Milán. Y que en el siglo XII, se trasladaron de Milán a Colonia, en cuya catedral se anuncian en la actualidad sus restos mortales.

     La iglesia romana estableció su celebración en el día de la Epifanía, el 6 de enero. La costumbre en los países católicos de regalar juguetes a los niños es del siglo XIX, hasta esa fecha se solían regalar objetos de primera necesidad ó de utilidad cotidiana. En realidad, la costumbre de regalar juguetes y otros objetos trató de emular a los regalos que en los países protestantes se realizaban el 25 de diciembre.

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