El mundo del espectáculo lo había catapultado a la fama y lo había bautizado como “El Rey del Rock”, dándole unas dimensiones a su persona como nadie antes había tenido. Seguro que a muchos les sorprendería cómo era Elvis antes del estrellato y del “éxito”. Elvis creció en una iglesia y son muchas las interpretaciones de himnos y cánticos de alabanza a Dios. Su vida puede recordarnos a otro rey, Salomón, quien a medida que alcanzaba riqueza, fama y reconocimiento, se fue apartando de los caminos del Señor. Con todo, al igual que podemos meditar y gustar los proverbios de Salomón, o las enseñanzas recogidas en Cantar de los Cantares o Eclesiastés, podemos gozarnos de la gran voz de Elvis cuando interpretaba himnos y canciones de alabanza a Dios.
En esta segunda entrega destacamos:
I Believe (Yo Creo) - I Believe in the Man in the Sky (Creo en el Hombre en el cielo)
I’m Gonna Walk Dem Golden Stairs - If we Never Meet Again (Si No Nos Volvemos a Ver)
In My Father’s House are many Mansions (En casa de mi padre hay muchas moradas) - In The Garden (En El Jardín)
It Is No Secret What God Can Do (No Es Ningún Secreto lo que Dios puede Hacer) – Joshua Fit The Battle
Known Only To Him (Sólo Él Sabe) – Mansion Over The Hilltop (Mansión Gloriosa)